Escudo cuadrilongo de base redondeada. Jaquelado de quince escaques, ocho de oro y siete de gules, cargado con la figura de un globo terráqueo de azur, con los continentes en oro y un punto de gules en el centro de la península ibérica. Al timbre corona real de cerrada.
Torre de Éboli
Esta torre pudo haber sido construida a mediados del siglo XIV, a instancias de Íñigo López de Orozco, que recibió en esta época el señorío de Pinto, de manos de Pedro I el Cruel. Sus primeras referencias escritas datan de 1382 y en ellas se describe la visita del rey Juan I de Castilla al edificio, propiedad en aquel momento de Juana de Orozco.
Esta visita del monarca hace suponer que el torreón formaba parte de un conjunto arquitectónico mucho mayor que el actual —reducido únicamente a la torre—, que pudiese albergar al séquito real.
El torreón de Pinto fue utilizado, en los siglos XVI y XVII, como prisión de nobles e ilustres. Aquí estuvo recluida durante seis meses Ana de Mendoza y de la Cerda, princesa de Éboli, tras ser detenida el 28 de julio de 1579 por las tropas de Felipe II. Su delicado estado de salud y las malas condiciones del torreón motivaron su traslado, primeramente, al castillo de Santorcaz (Madrid) y, posteriormente, a su palacio de Pastrana (Guadalajara), donde murió en 1592.
En 1589, fue encarcelado Antonio Pérez, secretario de Felipe II. Estuvo prisionero durante dos meses, acusado de violación de secretos de Estado y, en el trasfondo del proceso, de planear el asesinato de Juan de Escobedo, secretario de Juan de Austria, hermano del rey.
Durante el reinado de Felipe IV, en el siglo XVII, fue confinado en la torre Francisco María Carrafa, duque de Nochera, que murió en la misma en el año 1642.
Pinto es una localidad y municipio español perteneciente a la Comunidad de Madrid, situado a unos 20 km al sur de la capital del país. Su población alcanza los 53 537 habitantes (INE 2021).
Antiguamente se pensaba que Pinto se encontraba situado en el centro geográfico de la península ibérica; de ahí su nombre, que proviene del latín punctum, 'punto'. Actualmente tiene instalado un monolito en el parque del Egido de la Fuente en el que relata una leyenda e identifica a Pinto como centro geográfico de la península ibérica.
Iglesia de Santo Domingo de Silos
Ya existen, desde el Siglo XIV, referencias a la iglesia Parroquial. Se conserva un recibo de una campana rota que se refundió, teniendo la misma fecha de 1363.
Según algunos estudios, se hace referencia a que la obra de construcción de la iglesia es anterior al S. XIV; pero debido a una gran reforma que sufrió entre los siglos XV y XVI que le da su imagen actual (excepto la fachada) hace que se catalogue como construida en el siglo XVI. De hecho, en el Archivo Parroquial se conserva un libro anterior al denominado "Fábrica n.º 1" correspondiente al período entre 1576 y 1604.
Ayuntamiento
Teatro Municipal Francisco Rabal
Plaza de la constitución
Escultura urbana
Parque Juan Carlos I
Ermita de San Antón
Monumento a los abogados de Atocha
Glorieta Víctimas del Terrorismo
Polideportivo municipal Príncipes de Asturias
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Hipótesis sobre el origen de Pinto:
Aunque los asentamientos humanos en lo que ahora es el término municipal de Pinto se pierden en la noche de los tiempos, se desconoce quiénes fueron los fundadores del núcleo que dio origen a la villa.
Primera hipótesis: una de las más fundamentadas, apunta a un origen romano del núcleo y al término "Punctum" (del latín: punto de paso) como origen del nombre del municipio, Punto, que por corrupción del lenguaje, habría dado lugar al nombre actual, Pinto.
Segunda hipótesis: esta sitúa el origen del municipio bajo el poder del islam y tiene relación con una leyenda de estos pobladores de la península ibérica: "La Leyenda del Arca" y la denominación de "centro geográfico de la península ibérica". Según la vieja leyenda árabe, que la tradición ha traído hasta nuestros días, los musulmanes llevaron a cabo unas mediciones que situaron en Pinto, en el Egido, justo en la esquina Xata, en la confluencia de las calles del Hospital y Maestra María del Rosario (hasta 1935 calle del Arca), el punto céntrico de la península. En el citado lugar, siempre según la leyenda, enterraron los invasores, bajo una piedra circular marcada con una X, el arca, en cuyo interior depositaron los instrumentos que habían utilizado en sus mediciones.
Edad Media
El título de villa le fue concedido en 1359 por el rey de Castilla Pedro I el Cruel.
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